Málaga capital revienta las costuras en el universo gourmet. Hay mucha oferta, sí, pero solo un número limitado de restaurantes alcanza el nivel excelente. L’Antxoeta Art Restaurant, el restaurante impulsado por Pablo Caballero, en la cocina, y por Cristina Socorro, en la sala, es de los pocos que ofrece siempre una lección magistral de gastronomía, con todas las letras.
Está situado en el corazón del Soho malagueño, a muy pocos metros del Teatro impulsado por Antonio Banderas. Es pequeño, pero especialmente acogedor, a años luz de locales de postureo y ruido ensordecedor. Aquí todo es auténtico y exquisito pero de modo “casual”, para disfrutar intensamente del modo… más relajado.
Hemos cenado tras salir de una representación maravillosa de Poeta en Nueva York, interpretada mágicamente por Alberto San Juan. Gracias a la propuesta de L’Antxoeta Art hemos volado aún más alto, hasta la gloria me atrevería a decir. No exagero nada.
Pablo y Cristina nos han lanzado por un menú degustación en versión recortada, como corresponde a una cena. Hemos ido desde el salmorejo de remolacha con jamón ibérico del aperitivo o el esturión con caviar y crema de puerro tipo vichyssoise hasta las chantarellas con crema de yema de huevo y papada o las carrilleras con salsa de foie y colmenillas.
Escándalo permanente de aromas intensos, de sabores poderosos y de texturas sorprendentes, emociones profundas capaces de grabarse en la lista de recuerdos imborrables. El precio de estas emociones, 125 euros para 2 personas, es justo hasta el último céntimo, un valor más destacable en un entorno como Málaga capital, muy dado al exceso injustificable.
L’Antxoeta Art tiene una magia especial en su cocina que se multiplica en su sala, atendida con profesionalidad magistral por Cristina Socorro, mejor Jefa de Sala de 2022, y el resto del equipo.
Creatividad tranquila, siempre llamativa pero alejada de cualquier extravagancia, propuestas sólidas, sin debilidades y fieles al producto de temporada más elegancia a raudales, que no sacrifica la fortaleza de aromas o sabores. En una palabra: un valor seguro, que supera siempre cualquier expectativa.
Málaga capital necesita referentes como L’Antxoeta Art, una propuesta siempre renovada, que cambia su carta casi cada semana, y que acierta siempre, sin mostrar el menor altibajo. Es un pilar gourmet imprescindible, un Número 1 fijo en el listado de restaurantes de referencia de la nueva capital española de la mejor gastronomía.
SORPRESAS REPLETAS DE FRESCURA
Nos dejamos llevar por Pablo y Cristina. Sabemos que sus propuestas nos alegrarán la noche tras sorprender nuestros sentidos, como confirma el aperitivo, un dúo que incluye: salmorejo de remolacha con jamón ibérico y un caramelo de chistorra con mayonesa de chile y limón.
Os ha sonado apetitoso, seguro. Pues es aún más glorioso en… vivo y en directo. El salmorejo, impecable de textura, tiene ese punto refrescante que te abre el apetito… de par en par.
La chistorra de Pablo Caballero te conduce a una nueva dimensión de un embutido básico. La mayonesa de chile y el limón disparan los niveles de elegancia de esta “salchicha” hasta situarla entre las delicias gourmet. Es la maestría de un grande de los fogones: capaz de convertir en tesoro lo que parece, en un primer vistazo, un básico sin más pretensiones.
Es el primer desafío del menú, que nos conduce a una ostra con Bloody Mary, a 8 euros la unidad, absolutamente colosal. Esencia del mar y alegría alcohólica. Todas las neuronas cerebrales disfrutan con la fiesta que se celebra en el paladar. Con eso lo digo todo. Una locura maravillosa. También esta la opción natural, con un toque de limon, donde se transmite toda la frescura e intensidad del oceano.
CUANDO MENOS ES MÁS, MUCHO MÁS
Sobriedad absoluta sobre la mesa: esturión ligeramente hecho y coronado con un toque de caviar, todo rodeado con crema de puerro, tipo vichyssoise, que rompe hasta el último esquema.
Los sentidos enloquecen de alegría. El esturión aporta un sabor intenso, casi compacto en el paladar, que una crema sutil, delicada, repleta de aromas refrescantes, aligera al máximo. Experiencia soberbia. Es el triunfo de un minimalismo singular, bien interpretado por un Cocinero magistral.
Seguimos con la línea fría con una propuesta que impacta en la vista por la alegría de su colorido. Es una tartaleta de bogavante recubierta con láminas de pepino. Debo decir que no soy nada “fan” de este último vegetal, pero el equipo de L’Antxoeta Art Restaurante me ha reconvertido.
Diversión. La primera palabra que me viene a la mente tras los bocados a esta tartaleta escultural, elaborada con paciencia y creatividad de artista, es esa: diversión por: la textura, con las notas crujientes del marisco y de la propia base; la frescura, aportada por la carne del marisco, el pepino y la salsa; más el colorido, todo un canto al tiempo primaveral-veraniego. Imprescindible para cualquier visitante de L’Antxoeta.
EN LA CUMBRE
Subidón de tono con el primer plato “fuerte” del menú: chantarellas con crema de yema de huevo y papada ibérica. Hay que ponerse en pie cuando llega a la mesa. Mucha montaña, mucha naturalidad y oleadas brutales de aromas a bosque, a naturaleza en plena efervescencia.
Pablo Caballero domina como nadie el arte de las setas, va en el ADN de un cocinero nacido en Cataluña aunque formado en medio mundo. Sus chantarellas son una exhibición de delicadeza, de fragancias tan sutiles como exquisitas.
La melosidad que se percibe en cada bocado, la cohesión de todos los ingredientes genera una auténtica oleada de placer en el cerebro. Este plato, con un precio de 20 euros. se disfruta hasta el último suspiro de la ración, hasta que ya no se recoge nada con la miga de pan al “rebañar”, sí, “rebañar” con toda naturalidad. Tan sencillo y, al mismo tiempo, tan majestuoso. Top 5 de 2024.
El fin de fiesta para esta cena de excepción ha llegado con otro lujo: carrilleras ibéricas con salsa de foie y colmenillas. Es clásico, es contundente y es delicioso, con un juego de aromas que trastorna el olfato del modo más entrañable.
Carne sutil, que se deshace plácidamente en el paladar, colmenillas que traen notas del bosque y una salsa magistral. Impecable de principio a fin. Aquí hay un homenaje perfecto a los maestros de cocina franceses y belgas, los padres de la gran Gastronomía mundial.
CHOCOLATE, EL EJE DE 4 BOCADOS DE GLORIA
Pablo y Cristina nos habían preparado uno de sus postres emblemáticos… pero ya no podíamos con el desafío. Al final 4 bombones, cada uno con un chocolate diferente, presentados elegantemente sobre un fondo de granos de café.
El chocolate es un monumento gourmet aunque hay pocos cocineros por estos lares que dominen sus secretos. L’Antxoeta Art atesora dicho lujo. Aromas mágicos, texturas emocionantes y oleadas de satisfacción. Para repetir una y otra vez.
Si estás en Málaga, si quieres disfrutar con la propuesta gourmet más exquisita y fiable, si buscas creatividad tranquila, si necesitas autenticidad, tienes una carta ganadora, Antxoeta Art. Pura gastronomía, puro Arte en el barrio bohemio de la nueva capital del Mediterráneo.