La pasión por el vino y por la buena comida son las señas de identidad de la Bodega de Borja. Enclavada en pleno corazón de la Costa del Sol, en Arroyo de la Miel, en tan sólo 6 meses desde que abrió sus puertas ya se ha ganado el cariño de sus vecinos y de su fiel clientela.

Sentarse en sus mesas es como hacerlo en las del propio comedor de cada uno. La cocina de Borja Tejedor, hijo de nuestro amigo y colaborador Jesús, destaca por su carácter sencillo y casero. Mención especial merece sus chantilly y salsas batidas a mano y que le dan un punto único y magistral a sus propuestas, imposible resistirse.

En cada uno de sus platos se expresa la experiencia adquirida en los años anteriores. Desde su paso por la taberna más visitada de la capital malagueña, El Pimpi, o su participación en el proyecto Döss Marbella del Grupo Da Bruno, donde demostró sus cualidades como reputado sushiman, todas sus experiencias y aprendizajes se han acumulado y han formado al cocinero que es hoy en día.

Junto a la gastronomía, el vino es el otro gran protagonista en las mesas de La Bodega de Borja. Fruto de esos dos pilares hemos compartido una cena junto con otros 30 comensales maridada con vinos de la familia Don Zoilo de Bodegas Williams & Humbert y acompañados de bocados exquisitos.

Una velada que tuvo su primer capítulo en la Tabla de 3 quesos maridada con fino en rama Don Zoilo. Un vino fresco y delicado, con notas de almendra y un toque salino. Su acidez contrarrestó con la cremosidad de los quesos, realzando el sabor de los mismos.

El segundo paso nos llevó a un producto de temporada como la alcachofa acompañada por ibéricos y que estuvo maridada por el Amontillado en rama Don Zoilo. La mayor intensidad y cuerpo del vino, debido a su envejecimiento y oxidación, potenció los sabores de los ibéricos. Mientras que sus notas de frutos secos y madera armonizaban perfectamente con la textura cremosa de la alcachofa. Un plato, sin duda, equilibrado y complejo.

El tercer plato fue un lomo de bacalao al pil pil con palo cortado en rama Don Zoilo. La frescura y salinidad del vino complementaron perfectamente a un plato equilibrado en grasa y con un pil pil elaborado de forma casera que realzaba hasta el infinito el sabor del bacalao.

El penúltimo acto fue por canelón de rabo de toro y oloroso en rama Don Zoilo. Un vino envejecido y potente que maridaba perfectamente con el rabo de toro. Su estructura enriquece los sabores de la carne.

La velada tuvo un perfecto colofón con el brownie con nata semi montada y dry sack medium. Un vino equilibrado entre dulzor y suavidad que consigue una fusión casi perfecta con el chocolate del brownie. Su dulzura suave se mezcla con la nata semi montada ofreciendo un final armonioso y envolvente al menú.

Deseamos todo lo mejor a La Bodega de Borja, un restaurante que muy pronto incluiremos en nuestra rigurosa selección de Restaurantes All Stars Recomendados.

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