En esta casa se disfruta una atmósfera especialmente acogedora, muy entrañable. La Bodeguilla del Bar Jamón, uno de los restaurantes gaditanos integrados en Cocina del Retorno, tiene la solera de un restaurante familiar, con tres generaciones de profesionales de muy altos vuelos en los fogones y en la sala, unida a la chispa de un equipo joven, tremendamente motivado y con una preparación exquisita.
Estamos en el corazón de El Puerto de Santa María, a muy pocos metros de la Fuente de Las Galeras, en la ribera del Guadalete, el último aprovisionamiento de agua para los marineros que zarpaban rumbo a las Indias Occidentales en los siglos XVI, XVII y XVIII. Aquí se respira América.
La Bodeguilla, impulsada por Borja Fernández, un cocinero sólido, minucioso, respetuoso con el producto exquisito de Cádiz, y con la creatividad carnavalera que convierte cada propuesta en una fiesta, tiene una nota distintiva: reparte Felicidad a manos llenas en todas sus platos.
Esa magia singular se percibe nada más sentarse a la mesa, cuando aparecen las ostras rizadas con vermut, y donde dice ostras debe leerse ostiones gaditanos, y se mantiene durante todo el menú hasta el flan de castañas, cierre del Menú Celebración de uno de los establecimientos integrados en Cocina del Retorno con todos los honores.
OSTRAS DE CADIZ, PURA ELEGANCIA
Ahora te cuento esa fiesta, que se disfruta en una sala luminosa dispuesta en el patio acristalado de una casa centenaria con aires de corral de comedias. Hemos degustado el Menú de Borja Fernández en el mismo lugar que un comerciante de Indias habría ocupado hace tres siglos para celebrar el retorno de sus naves cargadas de mercancías desde… allende del Océano.
Aquí se valoran detalles tan fundamentales como los panes, con sabores propios. Son panes bien hechos, crujientes, con un toque de calor que predispone el paladar de las personas sentadas a la mesa de La Bodeguilla. Almorzamos bajo esa luz cenital única que regala la tierra de Cádiz a todos sus visitantes.
Primera sorpresa de calibre: las ostras rizadas con vermut. Son ostiones, típicos de la vertiente Atlántica gaditana y se presentan acompañados por pipetas rellenas de un vermut… mágico.
Hay que regar la ostra con ese vino especiado para que se produzca el milagro: el Océano más elegante, más salino, más vibrante se adentra en el universo de las hierbas de prestigio, del vino acariciante o al revés, eso no puedo definirlo. La textura firme del ostión completa la experiencia. Súper natural, súper emocionante. Inolvidable.
EN LA PATRIA DEL ATÚN ROJO
Ahora subimos un peldaño más: el tartar de atún rojo entra en escena. Estamos en Cádiz, en la patria del atún rojo, y el tartar es un Arte con todas las letras.
En La Bodeguilla de Borja Fernández se borda el tartar, bien combinado con: picada de tomate, sorbete de gazpacho y una maravillosa mermelada de zanahoria.
Frescura, sabores generosos, que se pasean por todo el paladar, aromas del Atlántico y el punto extra del gazpacho con su textura sorprendente, que enamora. Es un plato soberbio, aún más entrañable cuando llega a la mesa de la mano de un camarero tan bien formado como Manuel Aznar, impecable en su trabajo.
Cuando hablo de los restaurantes reunidos en torno a Cocina del Retorno siempre valoro el nivel de atención a las personas sentadas a la mesa.
En todos los establecimientos que hemos visitado hasta ahora se conjuga siempre el termino atención sublime, un capítulo que marca distancias en cualquier experiencia Gourmet. Se reparte cariño, sabiduría y ganas de agradar al visitante.