La pasión por los productos marinos que caracteriza a Lima 26, uno de los mejores restaurantes peruanos de Marbella y de todo el Sur, se redondea con una estética colorista, muy estimulante, de cada uno de los platos.
La creatividad mestiza de Jack Smith Villanueva, que reúne España, Perú y Japón se materializa en unas elaboraciones potentes, con su punto picante, que estimulan las sensaciones experimentadas por cada comensal en un escenario con aire de taberna tan marinera como romántica.
En Lima 26 se disfruta de toda la cocina peruana, capaz de reunir propuestas tradicionales, como el anticucho de mariscos, con platos Nikkei, surgidos del mestizaje entre las dos orillas del Pacífico, entre Perú y Japón, caso de su ceviche especial.
Una cena ligera, pero repleta de sorpresas estimulantes, nos confirma, una vez más, la elegancia de la cocina elaborada por Jack Smith Villanueva, formado con los mejores maestros en su Perú natal antes de saltar a España como valor esencial de la marca Nobu en Marbella.
Lima 26, el establecimiento personal de Jack Smith, forma parte el Festival Cocina del Retorno desde el lanzamiento de la iniciativa. Su inspiración Gourmet es, ahora mismo, una referencia para cientos de profesionales.
EL ENCUENTRO DE LOS MARES
En esta visita a Lima 26 disfrutamos de un menú muy ligero, capaz de repasar lo mejor de una gastronomía que marcan la pauta en el mundo.
Arrancamos con un cóctel Pisco Sour, que combina pisco, aguardiente que procede de la destilación de la uva, con zumo de limón. Suave, elegante, con un toque cítrico repleto de frescor, exquisito.
Los saquitos Toshimey que vienen acto seguido, elaborados con masa wanton rellena de gambas, jengibre y cebolla china, son bocados de gloria. Crujientes, divertidos y repletos de sabores marinos que se quedan en los sentidos. Deliciosos y con ese punto chispeante aportado por un relleno con sabor marino, ya sea del Pacífico o del Mediterráneo, y una masa sutil.
Ahora llega la inmersión total en el legado japonés a la cocina peruana: el rollo vegetariano, que se elabora con alga nori, arroz, aguacate y espárrago. Es sushi vegetal con el atractivo especial de unos ingredientes prácticamente crudos, que reconcilia con los vegetales de la tierra y el mar. Aromas y sabores puros, texturas reconocibles, nada blandas. Diversión suprema.
La fusión peruano japonesa, la magia Nikkei, distingue una versión especial del ceviche que reúne dados de atún con emulsión de soja, sésamo, cebolla roja y maíz. El plato es un todo homogéneo, en perfecta sintonía, capaz de despertar hasta el último registro del paladar. Podría resumirse como un arcoíris de sensaciones estimulantes en la boca y en la nariz, que alegra el cuerpo de pies a cabeza.
Finalizamos con un plato de la cocina tradicional peruana, una debilidad de Jack Smith Villanueva: el anticucho de vieira y pulpo. El plato se cocina en su propio vapor tras verter una salsa caliente sobre la parte comestible y sobre las piedras de mar que acompañan la propuesta y atesoran esencias marinas. Resumen: nos habríamos comido hasta las piedras. Delicadeza y contundencia, bocados sutiles y una salsa enérgica. Gloria pura.
Así es Lima 26, la gran embajada en Marbella y en el Sur de España de la cocina peruana que deslumbra, ahora mismo, en la Gastronomía del mundo.
