Cada botella de Aceite Claramunt reúne dos clases de Arte: el que se degusta en una gota o en un chorreón del Extra Virgin elaborado en Úbeda, en el corazón del Mar de Olivos, y el que se percibe en cada mirada a un envase ilustrado con motivos mediterráneos.
Todo el desarrollo de Joaquín Claramunt, el impulsor de esta marca de aceites supremos, está enfocado a valorar el Aceite de Oliva Virgen Extra como corresponde: el producto número 1 de la Alta Gastronomía española.
Los Extra Virgin de Aceite Claramunt sorprenden siempre por sus niveles de fragancia primero. Esa virtud Gourmet, desconocida por quienes solo han degustado aceites de producciones masivas, transforma cada cata en una fiesta. Se percibe claramente en las elaboraciones con Picual o Arbequina, para alcanzar cotas supremas cuando dichas elaboraciones se realizan a partir de Frantoio, con los aromas embriagadores de la Toscana italiana, o de Koroneiki, con toda la fuerza de la tierra griega.
La impresión aromática inicial se redondea con una gama completa de sabores naturales, poderosos, que se graban en los sentidos.
La distinción de los formatos de presentación de los Extra Virgin impacta en cualquier momento y escenario. Es otro de los grandes valores aportados por este aceite artesanal a una iniciativa como Cocina del Retorno, con más de 35 restaurantes del Sur que desean ofrecer lo mejor de lo mejor a sus clientes tras la crisis sanitaria. En Aire Gastrobar, uno de los restaurantes Gourmet más destacados de Málaga, conocen bien el enorme poder de atracción del Extra Virgin de Aceite Claramunt. Es su aceite de cabecera, el eje de un buen número de sus platos y uno de los focos de atención para cualquier persona que se sienta en sus mesas: el arte de su botella inconfundible es un reclamo de primer nivel.
Aceite Claramunt se asocia a calidad suprema y distinción, dos claves para sublimar cualquier propuesta culinaria y para vestir cualquier mesa de Celebración.