Un viaje a territorio desconocido, desde la copa al plato y viceversa, con un único elemento de unión: el ron Matusalem, referente mundial, en plena celebración de su 150 aniversario. Esa aventura de los sentidos se ha materializado en una cena irrepetible que nos ha permitido adentrarnos en senderos de gloria.
Hemos disfrutado de esta experiencia, seductora desde cualquier perspectiva, capaz de reunir la magia de las diferentes propuestas de Matusalem a maridajes repletos de “mediterraneidad” y de Caribe.
Una de las propiedades más bellas de la Nueva Milla de Oro de la Costa del Sol, convertida en Casa Matusalem edición Marbella, ha acogido esta celebración del buen gusto, marcada por la fuerza estética de la vajilla y la cristalería con firma de Vista Alegre, la marca portuguesa de dimensión mundial que acompaña a Grupo All Stars casi desde su nacimiento.
El equipo de especialistas del restaurante Sala de Personal, llegado desde Mallorca, ha elaborado un menú singular en clave de ron a la luz de las afinidades entre bebidas y platos. 3 platos principales y un postre han descubierto armonías casi impensables, capaces de aumentar las cotas de satisfacción de cada comensal.
Rosado, Orange, Blanco Evo, M-Nitro C(T)offe, los 4 bloques de esta cena, han abierto horizontes a todos los paladares. La cena de Casa Matusalem ya es una referencia en la búsqueda de vías inéditas a través de un ron legendario, Matusalem, resumen de 150 años de pasión por la perfección.
TODO AL ROSA
Primer choque emocional, primera revolución de aromas y sabores. La copa de bienvenida en Casa Matusalem, elaborada con ron Insólito, tiene todo el corte de un cóctel de champán.
Sala de Personal, con la colaboración de Lara Pac y Nauzet Ortegal, anfitriones de Matusalem, ha recreado el toque vibrante, repleto de vida, de los grandes espumosos a través de un cóctel que combina: ron Insólito, con su magnífico punto suave de alcohol; cordial de cerezas, que es un jarabe potenciado con el fruto rojo; y laurel, el secreto de la fragancia.
Chispeante, aunque no lleva burbujas, caribeño y, por encima de todo, sutil. Su tonalidad rosada profunda ha marcado la línea a seguir hasta la primera armonía completa: cóctel más propuesta gourmet.
El dúo inicial, bautizado como Rosado, ha reunido: sardina curada con kombucha de fresa de apio, rábano e hinojo con una copa elaborada con ron Matusalem Insólito, fresa con apio y té blanco.
Experiencia mágica, con una apuesta total por la frescura, por la brisa mediterránea más acariciante. Estas sardinas, con sus brillos de plata, se presentan repletas de aromas de campo que redondean su carga marina.
La ligereza de la copa de acompañamiento, marcada por la unión del ron y el té en un nivel celestial, dispara la satisfacción de cada comensal. Exquisito.
ORANGE, DE OTRA GALAXIA
Una ensalada, una simple ensalada de vocación vegetariana, es capaz de superar la expectativa gourmet más extrema. El bloque Orange de esta cata única en Casa Matusalem ha reunido: lámina de remolacha asada, burrata, pistachos y rúcula, sobre el plato, con ron Gran Reserva 15, vermut seco, zanahoria lacto y hierba limón, o “lemongrass”, en la copa.
Emparejamiento perfecto en clave láctica. La fuerza de la burrata, resaltada por las notas delicadas de la remolacha asada, ha continuado en una copa con facetas dulces, sutiles y recuerdos de la niñez.
Sí, esa combinación Orange nos ha recordado la experiencia de disfrutar de un vaso de leche con un toque de coñac, el primer recuerdo de medicina para el resfriado acuñado por las madres de otros tiempos. Emocionante desde el primer hasta el último minuto.
BLANCO EVO, ESA MALLORCA QUE ENAMORÓ A LOS VIAJEROS ROMÁNTICOS
El bloque encargado de cerrar el capítulo “salado” en la cena conmemoración del 150 aniversario de Ron Matusalem tenía ese punto nostálgico de la Mallorca romántica, que inspiró al compositor Federico Chopin y a la escritora George Sand durante su estancia en la Cartuja de Valdemossa.
Blanco Evo ha propuesto la esencia de la Isla, de montaña rodeada de mar, por medio de una combinación de pato y rape sobre salsa de marisco con tupinambo. La copa ha llegado aún más lejos al combinar la propuesta suprema de Matusalem, su Gran Reserva 23, con hierbas mallorquinas y mantequilla.
Se puede decir que la armonía llevaba directamente a las estrellas por delicadeza, por elegancia, pero creo que me quedo corto.
Lo mejor de los dos mundos en el plato, con texturas casi gemelas y sabores complementarios, perfectamente contrastado con tragos enérgicos, envueltos en aromas delicados de un cóctel que habla de tardes veraniegas entre botánicos del Mediterráneo. Inolvidable.
CHOCOLATE, QUESO Y ACEITE, EL POSTRE
Golpe de imaginación, de creatividad, según el ideario de uno de los grandes de la cocina italiana, Massimo Botura, para elaborar un postre de los que hacen época, el postre para un acontecimiento de este nivel.
El final de la cena celebración de Ron Matusalem puso en escena un postre con 3 únicos ingredientes; chocolate, queso parmesano bien rallado y aceite de oliva virgen extra, el aceite verde, siempre majestuoso de cualquier rincón de España.
La copa reunió Ron Matusalem Gran Reserva 23 y vino Pedro Ximénez, dos grandes entre los grandes que pedían ese acercamiento en la cumbre.
Hablamos de aromas y sabores maduros, asentados, magistrales, capaces de marcar el paladar con notas tan delicadas como persistentes. Al principio nos impacto el acuerdo entre ingredientes tan clásicos como el helado de chocolate puro, el parmesano y el AOVE, después nos extasiamos con el cóctel, rotundo en cada sorbo, mano de hierro en guante de terciopelo.
En una palabra: clausura majestuosa para una cena volcada en la belleza, interpretada en todas sus facetas.
La celebración de Casa Matusalem ha abierto la puerta a una fórmula que suma armonías sin renunciar nunca a la naturalidad, a la elegancia más exquisita y discreta, la clave de los 150 años de Ron Matusalem en la cumbre de los destilados.
Experiencia gastronómica basada en el análisis en laboratorio del maridaje
Copa ron insólito, cordial de cerezas y una nota de laurel
1 Rosado. Matusalem Insólito, fresa con apio y té blanco
Sardina curada en kombucha de fresa con apio, rábano e hinojo
2. Orange. Matusalem Gran Reserva 15, Vermut Seco, zanahoria lacto y hierba limón
Láminas de remolacha asada con burrata, pistachos y rúcula
3. Blanco Evo. Matusalem Gran Reserva 23, pera con hierbas mallorquinas y mantequilla
Mar y Montaña, 2.0. Rape y pato sobre salsa de marisco y tupinambo
4. M-Nitro C(T)offe. Matusalem Gran Reserva 23, Pedro Ximénez
Helado de chocolate con parmesano y aceite de oliva