Son más de 100 kilómetros de restaurantes, de hoteles, de clubs de playa, de propuestas gastronómicas de máximo nivel, pero aún no se percibe como el destino gourmet global, como el punto de reunión de los mejores establecimientos atendidos por grandes de los fogones, de la sala, de la coctelería, de la sumillería.
La Costa del Sol, en su expresión más amplia, aún no se ha impuesto globalmente como referencia en el imaginario del colectivo gourmet. Se percibe ya un acercamiento a dicho objetivo, sí, pero falta el empujón final.
El condicionante que retrasa ese asalto al Número 1 tiene nombre: formación, o lo que sería más exacto: falta de formación para un conjunto importante de profesionales imprescindibles para alcanzar la excelencia.
La mesa volcada en la promoción de la Costa del Sol como referencia gourmet indiscutible, la mesa 1 del Networking fundamental de la VIII Cumbre All Stars, ha planteado la debilidad de la labor de comunicación a la hora de transmitir todo lo bueno que ofrece esta zona del Mediterráneo.
Hasta ahora se han planteado promociones de mayor o menor eficacia ligadas a las diferentes localidades y nunca de forma global, como correspondería a un destino hecho de… destinos complementarios.
La Costa del Sol reúne propuestas gourmet perfectamente compatibles a ojos de las personas que buscan experiencias únicas en la mesa. Son amantes de la gastronomía, que recorren 100 o 200 kilómetros con toda naturalidad para “darse un capricho”.
Se necesita una Promoción mucho más contundente, además de una Formación Profesional eficaz y actual. También se necesita, por encima de todo, consolidar una oferta de calidad.
Se trata de poner el sello más exquisito al bloque Costa del Sol, ese toque de distinción que lo diferencie del turismo masivo, un concepto caduco ya solo útil para destinos emergentes de países en vías de desarrollo.
La lista de profesionales presentes en esta mesa ha recalcado que la Costa del Sol atesora una ventaja extra en su promoción como destino gourmet global: está menos saturada que su competencia directa, gracias a esos 100 kilómetros de oferta, y está habituada a trabajar siempre con un producto supremo.
La proximidad geográfica de productores de máximo nivel, capaces de ofrecer desde huevos de gallina majestuosos hasta vegetales exquisitos o quesos geniales, se complementa con la vocación de la Costa como pasarela gourmet para lo mejor de Europa y del Mundo.
Fortalezas, muchas. Debilidades, muchas, también. Se necesita una vocación colectiva para situar la Costa del Sol en posición de liderazgo absoluto. La suma de singularidades, desde Benalmádena hasta Manilva, conforma un todo con entidad de líder mundial.