La cocina vibrante, con propuestas de Alta Gastronomía interpretadas en una clave luminosa, muy caribeña, marca la línea de Grace in Riviera, el club más exquisito de la nueva zona de referencia en la Costa del Sol.
Ricardo “Ricky” Barraso, el cocinero ejecutivo de Grace, interpreta los mejores pescados y carnes, siempre productos de cercanía, con el tono distinguido de los mejores fogones internacionales, como corresponde a un escenario singular, especialmente distinguido.
Grace se identifica, de inmediato con el mejor club privado de Londres por decoración, por calidad del servicio de sala, por confort, añadiendo el extra de luz que aporta el Mediterráneo, abierto a poco más de 300 metros, y las vistas ofrecidas por unos salones que cuelgan sobre pinares majestuosos y sobre pistas de tenis siempre ocupadas por deportistas de talla.
Un almuerzo desenfadado, con platos inspirados en cocinas lejanas y propuestas tan consolidadas como la lubina a la plancha con salsa de Champagne o el salmón en costra de sésamo, nos ha descubierto el potencial de un restaurante para clientes de Europa y el Mundo.
Parejas jóvenes que aprecian las experiencias Gourmet, familias que valoran la elegancia de cada plato, o reuniones de amistades que buscan tanto una buena mesa como unos buenos vinos tienen un nuevo punto de encuentro en el corazón de la Costa del Sol. Se llama Grace in Riviera.
LA MIRADA EXÓTICA
Dos entradas desenfadadas para tomar la medida de una cocina viajera: ceviche de lubina y pan bao de ternera cocinada a baja temperatura. Primer veredicto: impecables.
El ceviche se ha convertido en un plato casi popular, pero Ricky pone su toque personal en Grace: añade elegancia. Su ceviche reúne todo el frescor de los cítricos pero… bajo control, sin excesos. Puede decirse lo mismo del punto de picante: muy discreto, nada excesivo.
Del pescado hay que hablar maravillas: terso, repleto de sabor marino, jugoso. Es una entrada en materia por todo lo alto.
Con el pan bao se disfruta… de la ternera cocinada a baja temperatura y de una salsa gratificante. Sí, es una obra maestra de aroma y sabor, muy agradable para los sentidos.
El pan bao se presenta como el bocado ligero, desenfadado, que dispara el ritmo de las conversaciones en la mesa y anima a disfrutar, aún más, con un buen vino.
ASTORIA, EL NOMBRE DEL VINO EN GRACE
Hablamos de vino, un nombre que siempre merece el máximo respeto en Grace in Riviera. El grupo Strato Mille, propietario de este restaurante, también es el primer distribuidor en España de los vinos de la bodega italiana Astoria, radicada en la zona de Venecia, algo así como la Ribera del Duero de aquel país.
Hablamos de auténticos lujos para los sentidos Gourmet, de lujos desde el primer vistazo gracias a unas botellas de gran belleza y unas etiquetas con toda la creatividad italiana.
Vinos como el Astoria Pinot Griglio, un blanco sedoso, super elegante, envolvente, que tomamos en el almuerzo, o el Astoria Chardonnay, que catamos al final del almuerzo, añaden esos toques magistrales necesarios para convertir cualquier comida en una fiesta inolvidable.
LUBINA CON HECHURAS ARISTOCRÁTICAS
Es la hora del plato principal y pedimos tres propuestas diferentes, dos de pescado y una de carne, para retratar la cocina de Grace con toda exactitud. Acierto pleno.
El primer ejemplo de clasicismo llega con un pescado como la lubina. Tradicional, pero sin olvidar nunca ese guiño divertido que sintoniza con los gustos más actuales.
La lubina a la plancha de Grace in Riviera, con salsa de champagne y eneldo más una guarnición de tupinambo, o alcachofa de Jerusalén, confirma dicho planteamiento.
El pescado solo puede calificarse de majestuoso. Crujiente por fuera, jugoso en su interior, con un aroma delicioso y un sabor sutil, que combina a la perfección con la salsa de champagne, elaborada con un champán muy bueno.
Hemos dejado un detalle para el final: la guarnición de tupinambo. Emocionante. Si aprecias la alcachofa has llegado a tu meta. Esta alcachofa de Jesusalén es aún más delicada que la clásica de Navarra y llama la atención por esa nota ligeramente dulce que combina con el amargor característico. El maridaje entre pescado y tupinambo es impecable. Nivel estelar.
EL SALMÓN SE HACE CRUJIENTE
Un toque de salsa teriyaki por aquí, otro toque de sésamo tostado por allá y el salmón de Grace, con el sello de “Ricky” Barraso, se convierte en un lujo para el paladar.
Esa capa de sésamo, con su punto crujiente, transforma un salmón de calidad en una auténtica fiesta. El sabor del pescado, aún más potente que en un salmón clásico, incluso algo más salado, tiene el acompañamiento de un sésamo que libera su diversión en el paladar a cada bocado.
Saludable y tremendamente emocional. Tiene la virtud de transformar la cara de la persona que lo degusta, pintando una sonrisa incluso en el rostro más serio. Un sobresaliente muy alto.
El salmón y la lubina identifican la personalidad de Grace in Riviera: cocina exquisita servida frente a una panorámica cautivadora.
CARNE A LA PARRILLA
Un solomillo de ternera al grill, presentado de modo impecable tanto por cocina como por el equipo de sala de Grace, es el colofón a este almuerzo inicial en un establecimiento aún muy joven, con poco más de seis meses de trayectoria.
Carne de gran calidad más un paso ligero por el grill son los ejes de un plato que cuenta también con un agradable toque vegetal. Cerca, muy cerca de la perfección.
Hay que recordar, eso sí, que el punto de la carne es algo muy personal por lo que conviene incidir en dicho detalle al hacer la petición inicial. Eso sí, el aroma de este plato era absolutamente provocador, todo un homenaje a una parrilla bien manejada, mientras que el sabor era digno de una salva de aplausos.
La experiencia inicial en Grace in Riviera ha sido majestuosa, como corresponde a una nueva forma de atención a una clientela multinacional que aprecia, cada vez más, una cocina saludable, comedida en calorías.
La sala de Grace, con cuatro ambientes diferentes reunidos en un todo elegante, y el escenario natural, repleto de verdor, añaden atractivos a un establecimiento que convierte cualquier encuentro en un recuerdo inolvidable.
