Los helados de Salva Bernal están divinamente elaborados y no exageramos. Es el título que corresponde a una heladería de referencia en Coín, y en todo el malagueño Valle del Guadalhorce, situada en la plaza abierta frente a la iglesia de San Juan, en el corazón de la localidad, a menos de 10 metros de la antigua sacristía, estancia natural de los… monaguillos.
Salva y su equipo, verdaderos creadores de helados, no alquimistas, rinden culto a las frutas de temporada, muchas recogidas en los huertos que rodean esta población, para reforzar así la experiencia Gourmet de una clientela capaz de… peregrinar hasta esa plazoleta tranquila en busca de joyas heladas.
Nuestra última visita, casi a finales de septiembre, estuvo protagonizada por una especialidad inédita: helado de higo. Se define con un solo dato: se necesitan más de 3 kilos de higos recién recogidos para elaborar una cubeta de helado de las que se exponen en el escaparate frigorífico.
PLACERES ADULTOS
Un helado que exige pelar minuciosamente 3 kilos de higos frescos para poco más de un litro de crema helada, sin un solo grumo, sin rastro alguno de endulzantes, es un placer para adultos y, también, para jóvenes con paladares bien formados. Se trata, además, de un helado vegano, sin miel procedente de abejas.
El gemelo de este helado original, el helado vegano de mango, ennoblece uno de los frutos estelares de la Costa Tropical malagueña en su mejor tiempo de consumo y con el sello Kilómetro 0, ya que hay menos de 100 kilómetros entre los puntos de recogida del mango y Helados del Monaguillo.
SIEMPRE SABORES DESAFIANTES
Las sorpresas, casi siempre desafiantes, elaboradas por las mujeres y hombres que impulsan Helados del Monaguillo, pueden ser tan vanguardistas como el pistacho con chocolate blanco que ha marcado este pasado verano. Es un helado que extiende su dulzor elegante, y muy sutil, por el paladar en una combinación que relaja, que transmite paz a los sentidos.
También pueden ser sorpresas tan poderosas como el helado de tomate huevo de toro, emblema de Coín y del Valle del Guadalhorce. Es un helado con todos los aromas de un tomate criado al aire libre, no en invernadero, y con los sabores agridulces proporcionados por un clima extremo. Salva Bernal solo utiliza tomates recién recogidos, que no han pasado por cámaras frigoríficas antes de su elaboración final, para garantizar así la máxima potencia en la nariz y en el paladar.
AGUACATE, EL HELADO GOURMET
Las elaboraciones de Helados del Monaguillo van más allá del helado Premium, entran de lleno en la categoría Gourmet. Estos helados son protagonistas de platos salados ya legendarios como es el caso del ajoblanco con toque de coco de Casa Paco, el restaurante emblemático de Coín.
Dicho ajoblanco marida a la perfección con un helado de aguacate repleto de aromas y sabores tropicales… aunque se desarrolle en tierras del Valle de Guadalhorce, es decir, Málaga Adentro.
La colaboración de altos vuelos entre estos dos grandes: Paco Ruíz, de Casa Paco, y Salva Bernal, de Helados del Monaguillo, dos Genios Gastronómicos, propició hace un par de años uno de los postres inolvidables de la mejor Cocina: helado de naranja del Guadalhorce con ajo negro confitado y aceite picual.
Una naranja dulce, poderosa, que contrasta con un ajo tan delicado como un caramelo toffee, todo envuelto en aceite exquisito con un toque final de picor. Imaginad ese placer en el paladar.
Ahora ya conocéis la razón del título de este post: hemos hablado de Helados del Monaguillo, de helados divinamente elaborados.