El paraíso de la mejor cerámica, el campo de pruebas de los elementos ornamentales para mesas gourmet exquisitas, se abre en este restaurante de Portugal, especialmente acogedor, con diseño minimalista y atmósfera refrescante. Se abre a escasos 200 metros del principal centro productivo de Vista Alegre, localizado en Ilvaho.
Estamos en el restaurante Montebelo Vista Alegre, en el corazón del Hotel y Spa 5 estrellas más emblemático de la Costa Atlántica portuguesa entre Oporto y Lisboa para disfrutar con la cocina tradicional del país, elaborada con la técnica y la estética más actuales, en plena consonancia con unas vajillas de categoría suprema.
Nuestro almuerzo con los embajadores de la marca cerámica emblema de Portugal nos ha adentrado en un mundo de sensaciones, de aromas y sabores poderosos, inconfundibles, siempre refinados. La cocina de Montebelo mima una tradición que mira al Océano Atlántico y mucho más allá: a Madeira, Caribe y… Japón.
Casi una docena de platos estelares de la carta, incluidos los postres, nos han adentrado en un universo de: bacalao, pulpo, pato o cerdo negro siempre acariciantes, casi sutiles pero con ese punto final poderoso que se graba en el cerebro.
Hemos ido del bacalao a Brás con alga Nori hasta el risotto de gambas, vieiras y algas, desde el jamón de pato con foie, vino de Madeira y naranja hasta la terrina de pulpo con pimiento asado, aceituna y pepinillo. Un viaje reconfortante, muy respetuoso con el sistema digestivo y repleto de momento gloriosos.
La cocina tradicional que se elabora ahora mismo en Portugal es una joya de muchos quilates. Natural, sana, equilibrada y desprovista de vulgaridades, como corresponde a una alimentación actual. Aquí no hay sitio para excentricidades. Se prima la autenticidad con un guiño entrañable a la tradición.
SU MAJESTAD EL BACALAO
Disfrutamos de la experiencia del mejor bacalao del mundo gracias a las presentaciones de Bacalaos El Barquero en todos los acontecimientos de Grupo All Stars. Es el pescado sobrio, fiel, que siempre brilla en cualquier mesa y es capaz de protagonizar platos tan vanguardistas como la ensalada malagueña… más tradicional, elaborada con: bacalao, patata cocida, naranja y aceitunas, que es una gloria para el paladar.
El almuerzo en Vista Alegre nos ha mostrado el trato portugués a este emblema del Atlántico Norte, capturado por los héroes que navegan por los mares más fríos y tormentosos.
Un rodaballo salvaje con brandada de bacalao y “Beurre Blanc”, una salsa hecha con mantequilla, chalotas y reducción de vino blanco, ha dado el semáforo verde a este almuerzo. Delicadeza en cada bocado, ensamblaje perfecto de cada ingrediente, elegancia a raudales. Supremo.
Es necesario recordar que el impulsor de Vista Alegre hace 200 años, acontecimiento que se conmemorará para 2024, viajó hasta Sevres, en Francia, para conocer el mundo de la cerámica más noble y, también, la cocina clásica de aquel país. Ese espíritu viajero, distintivo del pueblo portugués, explica el éxito de la salsa “Beurre Blanc” como compañía del mejor bacalao.
GRACIAS SEÑOR BRAZ
El bacalao sigue subiendo peldaños hacia el cielo gourmet en Montebelo Vista Alegre. Ahora le toca el turno a un bacalao a Braz y alga Nori…
Vaya por delante nuestro agradecimiento infinito al Sr. Braz, ese cocinero legendario del Barrio Alto lisboeta, creador del plato nacional para Portugal y Macao. El equipo de cocina de este restaurante ha recreado su receta sobre un prodigio estético, un plato de Vista Alegre capaz de enamorar a la persona que lo degusta paso a paso.
Te devuelve a la infancia, al tiempo del bacalao presente en cientos de platos cotidianos de la cocina española, te aporta un toque entrañable. Emociones muy íntimas, muy cálidas, que ponen sus notas mágicas a este monumento de la humanidad. Magistral.
EL PULPO, “O POLVO”, VISTO CON OTROS OJOS
El pulpo, “O polvo” en portugués, alcanza un registro especial en Montebelo Vista Alegre. Su terrina de pulpo con pimiento asado, aceituna y pepinillo, genera exclamaciones… algunas irreproducibles por la rotundidad de las alabanzas. Soberbio es poco.
Se sirve en un taco consistente, que impone en un primer vistazo. El cuchillo corta este bloque casi como si fuera mantequilla. Un punto perfecto de consistencia y un sabor profundo se graban de inmediato en los sentidos.
UN RISOTTO CON AIRES ATLÁNTICOS
Otro momento estelar: risotto de vieiras, gambas y algas. Es una cocina abierta al océano, marinera y sutil. Las caras de las personas sentadas a la mesa transmitían una felicidad extra, espiritual, en cada bocado a este arroz caldoso de color anaranjado intenso
En este post hablamos también de los destellos “carnívoros” en Montebelo: de la pechuga de pato con puré de topinambur y reducción de vino de Madeira, deliciosa, o del cerdo negro con puré de castañas y mascarpone… experiencias supremas que confirman la categoría de la cocina portuguesa actual.
Ni rastros de chuletones, ni de Tomahawks, ni de hamburguesas grasientas… cuanto tenemos que aprender del país vecino.
El almuerzo en Montebelo Vista Alegre, potenciado por el despliegue de productos con el sello del productor de cerámica más exquisito del momento, nos ha confirmado el estado de gracia de los equipos responsables de los fogones en este restaurante volcado en la naturalidad.
La sala, atendida con una profesionalidad impecable que une el servicio amable con el conocimiento profundo del producto, ha redondeado esta inmersión mágica en una gastronomía vibrante, respetuosa con el producto de cercanía y con raíces en la historia.
Volveremos más de una vez y muy pronto.
EL MENÚ COMPLETO PARA 6 PERSONAS
Pan, Aceite, Mantequilla y Paté de Atún
Terrina de pulpo, pimiento asado, aceituna y pepinillo
Rodaballo salvaje, brandada de bacalao y Beurre Blanc
Jamón de pato, foie, vino de Madeira y naranja
Aterciopelado de castaña, copa de cerdo negro y mascarpone
Risotto de gambas, vieiras y algas
Bacalao a Braz y alga Nori
Lomo de Bacalao, pulpo y puré de garbanzos
Pechuga de pato, puré de topinambur y reducción de vino de Madeira
Milhojas de huevos moles
Brulée de higo, nuez y canela
Pannacota de lichi, guayaba y coco