Antequera/ Sara Ruano, periodista en Cadena SER Andalucía Centro
La hora y media de coloquio que duró el debate nos sirvió para sacar algunas ideas en claro. La primera de ellas fue la definición de “premium”. La mayoría de los participantes estaban de acuerdo en que era un término que nos les gustaba especialmente a la hora de hablar de sus productos. Según ellos, en unos mercados en el que cada vez se vende más lo “gourmet” o “seleccionado”, el término “premium” se ha deteriorado tanto que ha terminado “prostituyéndose”.
A la hora de la verdad, para que algo sea premium, no hay que basarse solamente en el resultado del producto final, sino en todo el proceso y en las personas que forman parte de él. También, en las personas que lo compran. Un producto de estas categorías no es entendido por todos los clientes. Por eso, para algunos de ellos, la distinción entre un producto premium y otro que no lo es, está en seleccionar al cliente final.
Otra de las cuestiones que tratamos durante el debate es la situación donde nos encontramos. Antequera y su comarca, a pesar de la expansión que está viviendo en los últimos años, son zonas de interior. ¿Tendrían más éxito estos productos si los lugares de producción estuvieran situados en grandes capitales o en zonas costeras? La respuesta rotundamente es no. Y los participantes ponen como ejemplo a Ronda, que se ha convertido en un gran referente, a pesar de estar en el interior. Todos coinciden en que habría que copiar este modelo para que nuestra zona tuviera el mismo desarrollo.
Coinciden, además, en que la gastronomía ha cambiado la manera de viajar y el perfil del turista, pero hay que seguir trabajando. Una manera de hacerlo, proponen, sería crear paquetes turísticos que unan la gastronomía, el ocio y la cultura; una propuesta que puede salir de las empresas privadas, pero también de las entidades públicas.
Por último, pero quizás un tema de los más importantes, hablamos de la relación que nosotros mismos tenemos con nuestros productos. ¿Sabemos valorarnos? ¿Entendemos lo que suponen para nuestras comarcas? ¿Sabemos reflejar todas esas características y, sobre todo, transmitirlas a los que vienen de fuera? No. Aún seguimos teniendo muchos complejos. Barreras que debemos romper y superar, trabajando desde la pedagogía y desde las edades más tempranas en los centros educativos. Como en todo, tenemos que conocer lo que fuimos, para entender lo que somos y saber a dónde queremos llegar.