Dominik Hernando Frenkler
Docente CESUR
Después de las celebraciones navideñas, cuando tanto hemos disfrutado de abundantes banquetes y dulces irresistibles, es común que nos sintamos un poco más pesados y quizás con algunos kilos de más.
En mi experiencia como cocinero, al que le gusta el buen comer y también como profesor de cocina, he aprendido que en estos momentos, es fundamental cuidar de nuestro bienestar a través de una alimentación equilibrada y reconfortante. Y, aunque muchos piensan en las ensaladas como la opción ideal para depurarse, yo siempre abogo por un enfoque diferente: los potajes, sopas y cremas de verduras.
El calor de un buen plato de cuchara
Cuando el frío invierno nos rodea, no hay nada más reconfortante que un plato humeante de sopa o un potaje de verduras. Estos platos no sólo son cálidos y agradables, sino que también nos aportan una gran cantidad de nutrientes esenciales.
Al optar por estos manjares, estamos eligiendo ingredientes frescos y de temporada, que ayudan a nuestro cuerpo a recuperarse y revitalizarse.
Potajes y sopas: Nutrientes y saciedad
Los potajes de verduras son una maravilla en sí mismos. Al cocinarlos a fuego lento, los sabores se intensifican y se mezclan, creando una experiencia culinaria que nutre tanto el cuerpo como el alma.
Además, son una excelente manera de incorporar una variedad de vegetales en nuestra dieta. Espinacas, zanahorias, calabacines, y legumbres, entre otros, son protagonistas en estas recetas.
La combinación de estos ingredientes no solo nos proporciona fibra, que es clave para una buena digestión, sino también vitaminas y minerales que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Las sopas, por su parte, son una opción ligera pero saciante. Cuando estamos buscando recuperar el equilibrio después de las fiestas, una buena crema de calabaza o de brócoli puede ser el aliado perfecto. Al ser líquidas, son fáciles de digerir y, al mismo tiempo, nos brindan una sensación de saciedad que nos ayuda a evitar esos antojos de snacks poco saludables.
Un ejemplo de este tipo de cocina es la olla de castañas que prepararon Juan y Pepe de Asador Puerta de Málaga en Casabermeja para conquistar a todos los asistentes en nuestra última Fiesta POP y cuya foto acompaña a esta información.
La importancia de la hidratación
No debemos olvidar la importancia de la hidratación en este proceso de recuperación. A menudo, después de las fiestas, nuestra ingesta de líquidos puede haber disminuido.
Incluir sopas y caldos en nuestra dieta nos ayuda a hidratarnos y también favorece la eliminación de toxinas acumuladas durante las celebraciones. Un caldo de verduras, por ejemplo, es una excelente manera de reiniciar nuestro metabolismo y limpiar nuestro organismo.
Así que después de las fiestas, en lugar de lanzarnos a las ensaladas como si no hubiera un mañana, que aunque saludables, pueden no ser lo que nuestro cuerpo realmente necesita en este momento, propongo un retorno a lo esencial, reivindicando los platos de cuchara tradicionales: potajes, sopas y cremas de verduras.
Con cada cucharada recuperamos el bienestar, consentimos nuestro paladar con sabores reconfortantes y nutritivos. En mi cocina, cada plato cuenta una historia, y en esta temporada post-navideña, la historia que quiero contar es la de la salud, el calor y la satisfacción.
¡A cocinar!
Junto a este post os enlazo una receta propia de «Cremita de calabaza con romero”.
¡Espero que la disfrutéis!
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