Diversión gourmet asegurada desde la primera hasta la última propuesta. Estamos en Alboka Gastro, en pleno centro de Mijas Pueblo, a poco más de 100 metros de los burritos legendarios de una localidad orgullosa de contar con más de un 46 por ciento de extranjeros en su población censada.
La cocina de Alboka Gastro interpreta la pluralidad de nacionalidades de Mijas en clave de vivacidad, de auténtica diversión, a partir de las propuestas más tradicionales de la cocina Andaluza y, también, … Asturiana. Así se entienden mejor los impactos de alegría que recibes en tu paladar con cada bocado.
Nuestro almuerzo para 3 personas en la terraza exterior, acariciados por un sol suave y con unos 20 grados de temperatura, ha sido un viaje por el mundo a partir de ingredientes de cercanía que se tratan según el ideario de la familia impulsora del restaurante, y ya se han sucedido 4 generaciones: “No existe modernidad sin una buena tradición”.
Hemos arrancado este viaje gourmet con un tartar de gamba blanca de Málaga con lima a la brasa, mango y cebolla roja. Formato tapa, super apetecible, muy bien servida en todos los sentidos por fuerza visual y por cantidad.
Ese mismo formato nos ha permitido disfrutar con: un timbal de morcilla ibérica de Ronda para saltar, después, a un “sanwichón”, sí, a un “brioche” con costillas de cerdo deshuesadas con crema de boniato asado en clave latina gracia a su mahonesa de ají. Confirmamos que son tapas supremas, potentes y repletas de alegría.
Los langostinos al Garam Masala sobre lingote de arroz especiado; y el aguacate a la brasa con queso Feta, además de quinoa o arándanos, han disparado nuestros niveles de felicidad hasta niveles estelares.
La nota final de delicadeza ha llegado a la mesa con una costilla de cerdo cocinada a baja temperatura y acompañada de una salsa barbacoa completamente casera. Propuesta contundente, que cuesta 24,90 euros, pero nos ha dibujado una sonrisa imborrable de felicidad… antes de atacar el postre.
Hablamos de precios tras mencionar la tarifa de la costilla. Nuestro almuerzo para 3 personas ha costado 85 euros, super super ajustado si se considera: el nivel gourmet de cada propuesta, la localización de la terraza de Alboka Gastro en un espacio privilegiado de Mijas y la calidad del trato a la clientela. Todo el equipo ha mostrado un oficio impecable, siempre con una sonrisa en la boca y con un conocimiento magistral de cada plato.
La sorpresa final ha sonado a la hora del postre. Aún estamos impactados por su presentación… Pero eso os lo cuento al final del post para mantener la intriga.
Experiencia más que gratificante en todo momento por la fuerza de los sabores y los juegos de texturas de cada plato. Alboka Gastro se dirige a la memoria más entrañable de cada comensal potenciando sus emociones con notas exóticas recogidas por todo el mundo… Muy recomendable en todos los momentos del año para redondear una jornada en Mijas.
EL MEDITERRÁNEO MÁS TROPICAL
El desafío inicial de nuestro almuerzo reúne un tartar de gamba blanca de Málaga, una gamba exquisita, con unos toques tropicales: lima a la brasa, mango y cebolla cítrica. Llega a la mesa montado sobre esa rodaja de lima, que debe exprimirse sobre el mismo tartar cuando se traspasa al plato. Emocionante.
El Mediterráneo se hace tropical y la gamba blanca multiplica su esencia sin renunciar a su elegancia. La descarga de vitalidad llena el paladar y dispara la alegría de cada comensal. Es un entrante que deja su sello en el recuerdo: 9 sobre 10. Imprescindible en cualquier menú de Alboka Gastro.
PÓKER DE ASES PARA REPASAR UN MUNDO DE SABORES
El segundo acto de este almuerzo ha arrancado con el timbal de morcilla ibérica de Ronda con manzana asada y pimientos del piquillo caramelizados. Los sabores de siempre pero sin el menor rastro de grasas cargantes.
Las notas de manzana asada añaden sutilidad a una morcilla contundente, que gana en intensidad con los pimientos del piquillo. Buen trabajo.
Ahora llega el toque exótico con el “sanwichón”. Se trata de un “brioche” relleno de costillas de cerdo deshuesadas con crema de boniato asado, cebolla morada y mahonesa de ají. Vibrante, revitalizador y delicado. La combinación tiene una elegancia natural especialmente llamativa. Para tomar varias raciones.
DE ORIENTE A OCCIDENTE
Un par de tapas XXL para redondear el bloque de entrantes en Alboka Gastro. Con sabores orientales: langostinos al Garam Masala y cilantro sobre lingote de arroz especiado. Majestuosos. Con sabores del Nuevo Mundo: aguacate a la brasa con queso feta, arándanos, albaricoque, pipirrana de verduras y vinagreta de cilantro. Todo un regalo para el paladar.
Los langostinos al Garam Masala ganan en intensidad, se hacen inolvidables, gracias a esa combinación de especias llegada de la India que lleva también su nota cálida hasta el lingote de arroz, protagonista principal del plato. Notas marinas para disfrutar aún más con cada bocado en tiempo de temperaturas poco elevadas. Magistral.
El aguacate a la brasa, un aguacate procedente de esa Málaga subtropical que se confunde con Granada, es otro de los grandes aciertos de este restaurante emblemático de Mijas pueblo. Ese aguacate con tacto sedoso y, capaz de llenar el paladar se hace más vegetal, más pegado al terreno con el albaricoque y los arándanos. El queso feta amplia, por su parte, la personalidad mediterránea. Sublime, todo un descubrimiento.
LA COSTILLA CONVERTIDA EN ESTRELLA
Una costilla de cerdo cocinada a baja temperatura y recubierta de salsa barbacoa completamente casera ha redondeado la experiencia. La primera impresión habla de elegancia y de armonía.
La carne, que se separa del hueso con una mínima presión del tenedor, es una fiesta de sensaciones siempre redondeadas por la nota sutilmente dulce de esa salsa BBQ con la firma de Alboka. Impecable de principio a fin. Nos quedamos con los aromas, con esos rastros ahumados, y con la textura, con ese punto sutil de firmeza que atesora una carne bien hecha.
A FREGAR PLATOS
Al comienzo del post os prometíamos un postre sorprendente. Así es, nos trajeron un estropajo verde y amarillo junto a un frasco verde de detergente. ¡Para fregar los platos!
La broma visual se convierte en una propuesta dulce que dibuja sonrisas y satisface por completo. El estropajo es un bollo esponjoso, y nunca mejor dicho, con un nivel mínimo de azúcar mientras que el detergente aporta un baño de frutas que contrasta con los toques de nata líquida añadidos como si fueran la espuma de ese mismo detergente.
Divertido, refrescante y jovial. Es el sello perfecto de un equipo de cocina repleto de creatividad y sensibilidad pero alejado de cualquier “postureo”. Disfrutan elaborando cada uno de sus platos y transmiten ese espíritu desenfadado a su clientela. Merecen un aplauso enorme por dicho planteamiento.
Mijas está en pleno despegue gourmet, como confirma el acontecimiento de este final de año: Mijas Navidad Gourmet, y Alboka Gastro es uno de los mejores motores de ese ascenso.