Quesos de cabra, elaborados con leche recién ordeñada a las puertas de Málaga capital. Quesos exquisitos, con aromas, sabores y texturas que rompen moldes en todos los capítulos gourmet. Quesos elaborados artesanalmente por un Técnico Veterinario procedente de Cuba. Ante Ustedes el prodigio artesano del Caribe: quesos Niña Mari.
Detrás de estos quesos innovadores, poderosos, emocionantes, está Alberto González Sosa, un creador de sensaciones gastronómicas capaz de impresionar, del modo más positivo, a dos reales degustadores de este producto específico: Carlos III de Inglaterra y Camila.
Atención, Carlos y Camila impulsan su propia ganadería en Reino Unido y producen piezas sublimes.., dando ejemplo, en una palabra, de atención por lo natural y lo artesano, por los productos autóctonos.
Hemos probado los quesos artesanos Niña Mari de la mano de Alberto González y de su señora, Ariadna, en un viaje a la excelencia de los que se graban para siempre en la memoria.
Dos quesos, uno tipo crema y otro fresco con cebollino crudo, nos han confirmado los niveles de creatividad del especialista procedente de Cuba.
Todo un referente del queso en España, José Luis Martín, impulsor del concurso nacional celebrado en el Salón del Gourmet y responsable de Qava de Queso, la gran tienda española de esta especialidad, avala el trabajo de un técnico de alto nivel y, al mismo tiempo, un artista del producto.
CREMA DE QUESO, SUNTUOSA Y DELICADA
La crema de queso con la firma de Niña Mari se adentra en la línea de lácteos para desayunos saludables o para picoteos exquisitos, enfocándose en la clientela que agradece las notas enérgicas en los paladares.
Alberto González, el maestro de la elaboración, ha buscado una textura firme, con más consistencia que una mantequilla, capaz de transmitir las notas botánicas de la leche de cabra a cada comensal con toda fidelidad.
Es queso, no yogurt, es casi salado y tiene un punto picante. Llena la boca con su fragancia y aporta una frescura que revitaliza a cualquier hora del día a quien se lo lleva a la boca. Un éxito seguro frente a cualquier competidor de tipo industrial. Imprescindible para amantes del queso más ligero listo para combina siempre bien tanto con pan como con… mango.
EL QUESO FRESCO CON CEBOLLINO CRUDO
Alberto González, el corazón de Niña Mari, trabaja el queso con amplitud de miras, con un conocimiento profundo de cada especialidad de producto que le permite innovar. Su queso fresco con cebollino crudo es el mejor ejemplo de ese planteamiento vanguardista.
Este queso, elaborado con leche de cabra pasteurizada, cuyo proceso de elaboración se inicia nada más finalizar el ordeñado de los animales, solo 5 minutos después de su recogida, marca un nivel de referencia por el poder refrescante del cebollino. El queso fresco de Niña Mari traspasa todo el verdor, toda la energía vegetal, desde el olfato hasta el paladar.
La textura consistente, que no renuncia a la blandura característica de un queso fresco, sorprende por las notas crujientes del cebollino recién cortado que se perciben en cada bocado. Son sutiles y, al mismo tiempo, alegres, muy vivificantes.
El producto estelar de Niña Mari se presenta con todo el respeto debido a un producto artesano. Envuelto en paño y en papel, para conservar así todo su aroma y sabor… factores que se difuminan hasta perderse cuando se recurre a la cuña industrial presentada dentro de una pieza de plástico.
La quesería Niña Mari está en sus primeras etapas en Málaga pero atesora la experiencia de Alberto González en elaboraciones supremas capaces de seducir tanto a Carlos y Camila, las cabezas coronadas del Reino Unido, como al cuerpo diplomático destinado a La Habana hace menos de 5 años, desde canadienses hasta franceses, desde holandeses hasta italianos.
Hemos vivido una experiencia gourmet de categoría excepcional gracias a las propuestas de Niña Mari. Confirma la capacidad de crecimiento del gran queso malagueño siempre que su ascenso se ligue: al cuidado de la presentación, a la creatividad en la elaboración y al etiquetado de nivel con atención especial al diseño.
De la calidad no hace falta hablar: siempre la mejor leche del mercado, por frescura y cualidades, siempre el tratamiento más delicado, como corresponde a unos productos gourmet que marcan los niveles gastronómicos de un territorio.