Raquel Tapia, COPE Marbella
La Costa del Sol en general y Marbella en particular, han experimentado un salto de calidad en los últimos años en cuanto a la oferta gastronómica, hostelera y de golf.
El ticket medio en gasto del visitante ha subido. La incorporación de la mujer al golf ha orientado la demanda a servicios de mayor calidad. La ruptura de la estacionalidad es un hecho y el golf ha sido un factor fundamental. Acertado el binomio Go&Go.
Los campos de golf y la restauración en los propios campos, también empiezan a orientar su oferta a la mayor presencia de la jugadora de golf. Se han multiplicado los torneos femeninos y evolucionan los menús de las casas club a cartas más elaboradas, adaptadas a las tendencias u orientadas a ofrecer experiencias, mas allá de reponer fuerzas tras la práctica del golf.
Las tiendas de los campos han dejado de ser un pequeño espacio para compras de último recurso, para ofrecer un amplio abanico de productos y moda-golf.
Las estancias en la Costa del Sol se abren no sólo a la práctica del deporte: con la incorporación de la mujer se revitalizan el turismo gastronómico, compras y salud.
La tendencia es positiva. Es necesaria la apuesta por la profesionalización del sector servicios para responder a la demanda de exigencia de calidad. Tomar conciencia de la capacidad de este destino turístico para cuidarlo e ir todos a una en apuntalar sus fortalezas y resolver sus debilidades.